PRESENTACIÓN
Odio la TV, la cocina sin asear
no tengo celulitis, ni presbicie al enfocar
aclaro que mis piernas, son delgadas a rabiar
y cada cierto tiempo, acudo a lo dental.
Te dije, en Año Nuevo no me gusta parrandear
y lo otro, siempre lloro con el Himno Nacional
es seguro que portaba, un gran sable en el morral
intentando con aliento, a la Patria liberar.
Si me quieres conocer, siempre tengo este ritual:
me retiro el maquillaje, cuando llego de bailar.
A la hora del almuerzo, pido jugo natural
y la música ochentera, busco rápido en el dial.
Adoro que me besen, la columna vertebral
que me hablen suavemente, si me van a criticar
recibir cuarenta flores, cuando no hay que celebrar
que me avisen brevemente, siempre antes de llegar.
Encandilada
Al llegar a la milonga bajo tierra
los atrios de su júbilo se abrieron,
luces y estrellas radiantes
a sus ojos abatieron.
Notas de perdurables sinfonías
abordaron sus oídos
como estallidos en primavera
de árboles floridos.
Las galas, los atavíos
todo encandilaba a nuestra heroína
que oprimía el brazo de su acompañante
cuando accedía a su marquesina.
Con un barniz inusual
sus zapatitos impacientes
pretendían subir al cielo
en piruetas ascendentes.
Los amigos llegaron como olas
con abrazos espumosos,
los virtuosos azuzaron la pista
en órbitas y ribetes sinuosos.
Sorteando las alambradas
de su henchido corazón
Laurita se introdujo en los sones
como reina del espléndido salón.
OCASO DE UNA MILONGA
AGUSTINA, hija de la desilusión
Disculpa Agustina, si te digo
que guardes, con sus brillos tu vestido
no se trata de dinero
tampoco fue mi idea
tu fiesta se ha pospuesto
su fecha es aún incierta.
Sé que el hecho te deprime
no hay un bálsamo posible
hace acopio de los días y alegrías
que tu arte te devela,
son frutos que hay en tu alacena.
&&&
El viento se ha tornado fresco
el estío es un confuso intento
el ruiseñor selló su canto
en adhesión a mi infinita pena
mi voz es un recodo del quebranto
humedal en mi alma y mi condena.
Sonidos de tango no logro escuchar
sus contornos quisiera enmendar.
Parezco la esclava cautiva
de una fábula errante
que mis sueños deshace.
&&&
Mi niña, Agustina hermosa
hoy estás serena y luminosa,
aunque eres hija del rigor
tu esencia es la esperanza
renovaste el crisol
y esparces tus alianzas.
Las lágrimas derramadas
limpiaron mente y madrugadas
los acordes y su dichoso vuelo
son plegarias para el impulso,
vuelvo al fin…sin giros inconclusos.
AVECITA
De la cúspide del mundo
llega planeando
en sigiloso encanto
nuestro resguardo más profundo.
Avecita hermosa!
cuya silueta de luz
dibuja en plenitud
su magnificencia asombrosa.
Dejando tu trono alado
visitaste complaciente
en ceremonia solemne
a tu Hijo Bienamado.
Eterno resplandor
fragancia sublime
nos vierte, nos imprime
la flama de su Amor.
En el minuto exacto
se abren los atrios
y como un pequeño astrolabio
diviso tus ribetes bordados.
Al escuchar tu dulce trino
mis latidos se acrecientan
visualizo tu presencia
y plena de fervor,
yo te bendigo!
REVUELO
Cuatro alondras asombrosas
cruzan el cielo dichosas
mientras un eco cuantioso
de bosques lluviosos
se acerca de a poco.
Violines de ensueño
palpitan risueños,
más de cien mariposas
todas sabiondas
crean una ronda.
Es primavera!
dice Stravinsky
Todos los resplandores
todos los manantiales
vienen a saludarme!
Una claridad estival
como figura central
levanta girasoles,
jazmines tornasoles
y dulces ilusiones.
Es el Padre Sol,
reluciente farol
que colorea, laborioso,
ríos espumosos
y terrenos grandiosos.
NATURALIDAD
cita permanente de la noche y el día
tesoro de madre tierra.
Trueno de fauces abiertas
potencia desbordante al cazar
el legado de su distinción.
Cortina generosa y musical
cascada de energía vital
brava o suave como tertulia.
Gigantesco recipiente de cristal
donde habitan sus días sin tiempo
mil hermanos sin domar.
Un señor de voz fuerte
no se doblega ante nadie
talante majestuoso y pleno.
Pradera
león
lluvia
mar
y trueno
Maravillas que Dios ha ido urdiendo
y que ha puesto en el paisaje nuestro.
Días de infinita calma
Para Beatriz
Lluvia de sueños anchos
levantas el silencio
descifras los signos de tu savia
y cruzas el océano
en busca de Adelaide.
Este confín del mundo
ciudad reverdecida
bóveda de islitas y luces
abraza todas las visiones
y acoge tus anhelos más dulces.
¿Cuántos jardines
ha visto tu memoria?
Criaturas gentiles
revelan su esplendor
a través de rituales y desfiles.
Acá dejaste esferas brillantes
bosques enteros con tus huellas.
Algún zorzal nuevo
al que le hablaste
hoy inicia un largo vuelo.
En tu propia tierra media
escribes el valor supremo
de este tiempo de sosiego
que se grabará completo
en tu alma… a fuego lento.
AGUA
Bulliciosa,
otras veces silenciosa
apurada
o
sin prisa
se desliza ansiosa
hasta el mar rendida.
Fuente de vida,
ni el sol encandila
su ruta
ni
la ataja el torreón macizo
que, al ver su paso
se entrega sumiso.
La luz,
hada de gasa y tul
tiene una idea especial
sin
siquiera avisar
traspasa su elemento
y colorea la faz.
Es el agua
de la nube la enagua
es nido y espuma
moja
mueve molinos
vuelta alto
es regalo divino.