llevarte de la mano a robar cien estrellas
para ubicar la que cuida de ti.

Déjame arrastrarte,
a buscar en quince países
el sombrero más loco que podamos encontrar.
Déjame besarte,
recordarte los paseos con tu abuelo
y los caramelos que guardaba para ti.
Déjame abrazarte,
y vaciar de tus bolsillos
todos tus atardeceres.

Déjame llamarte,
y juntos bañarnos en un torrente
de fotos antiguas y aromas de infancia.
Déjame regalarte,
seis laureles en flor, diez olas ruidosas
y las semillas de mi amor.
Déjame cerrar tus ojos,
y ver cómo te duermes,
…después de tanto y tanto correr hoy.
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