Desde el ocaso de los tiempos el mundo grita la última lágrima,
la milonga ruge su soledad,
sin libertad se encuentran las baldosas,
los cuadros de Carlos Gardel
y los manteles color escarlata.

En mi libreta siguen consignados los galanes,
de cuatrocientas jornadas de festejos
la sensación es de un licor añejo pegado a la lengua
escribo tempestad con la mano triste.
Soy ese fruto del árbol maduro
que se desmorona en pedazos
cuelgo de la rama del destino
apenas respiro y vuelvo a llorar.
en el rincón de la casona que imagino,
sin las luces que enceguecen
donde las canciones viajan sordas.
Clamo al vacío del escenario
y a las piruetas del pasado,
esperando sola en las sombras
que algo ocurra y me calme el dolor.
4 comentarios:
Hay nostalgia amiga y ese simple hecho, es el principal indicador de que se ha vivido... que ha sido de ti?.
Hola Santiago!
Dedicada al trabajo remunerado, y añorando desarrollar el creativo.
...y tú?...como una ola vuelves en abrazos espumosos
Aca tambien envuelto en las garras del libre mercado, que de libre no tiene nada...pero volviendo a escribir y tratando de liberarme.
Tu blog decorado de nuevas palabras da cuenta que a tus emociones las apremiaba salir!!
Te felicito!
Las leeré con calma
Por mi parte, he pensado abrir otro blog
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